Los primeros grupos visitan las exposiciones de las Edades del Hombre en las dos Medinas.

Las iglesias de Santiago recibieron durante todo el día a cientos de personas interesadas en conocer las piezas de las exposiciones.

 

Gran ambiente y expectación el vivido ayer en las dos Medinas con motivo de la celebración de Las Edades del Hombre. El goteo de visitantes en ambas localidades fue constante durante toda la jornada. Los visitantes llegaron por cuenta propia y también en grupos concertados para visitar ambas iglesias de Santiago.

El comienzo de la muestra fue espectacular para ambos municipios y, tal y como estaba previsto por los ayuntamientos, muchos fueron los visitantes que aprovecharon su llegada a ambos municipios para visitar también otros monumentos de ambos pueblos.

En el caso de Rioseco, un buen número de visitantes llegó de distintas ciudades de Castilla y León, Asturias, Madrid, País Vasco y Andalucía, sin olvidar la gran afluencia de riosecanos que, de forma gratuita, acceden para disfrutar de los tesoros artísticos que se muestran en la bella iglesia de Santiago. También, ayer, llegaron por la tarde los primeros grupos concertados, teniendo el honor de ser el primero un grupo de compañeros de trabajo de León que llegaban a la exposición tras haber surcado las aguas del Canal de Castilla en el barco Antonio de Ulloa por la mañana y visitar algunos de los magníficos recursos turísticos de la Ciudad de los Almirantes. Los otros dos grupos llegaron desde Burgos y Valladolid. 

Entre la afluencia de visitantes se encontraban las dos veteranas amigas madrileñas y asiduas visitantes de todas las exposiciones de Las Edades del Hombre, Ana María Jareño y Carmen Luengo, quienes expresaron su gran sorpresa ante la belleza de la iglesia de Santiago. Las dos madrileñas, que habían llegado a la localidad con la intención de permanecer en ella hasta el viernes, coincidieron al señalar que «Rioseco es una maravilla». También indicaron que eran conocedoras de un gran número de excursiones que se estaban organizando en Madrid para visitar la exposición como el de la Universidad de la Experiencia de la que eran alumnas. Jareño y Luengo desearon que la muestra fuera un éxito del que Rioseco y la comarca pudieran salir beneficiados.